Una dama precavida se convierte en la mejor amiga

Serás la dama de honor de una amiga muy querida o de una pariente muy cercana, ¿pero no estás segura de que debes hacer? No te preocupes, nosotros te decimos algunas de las encomiendas que desempeña una dama de honor antes y durante de la boda.

Lo primero que debes saber, es que no eres una wedding planner. Como lo hemos dicho en otros artículos, un wedding planner es una persona que se dedica a planear bodas, tiene la experiencia necesaria para resolver cualquier problema y lidiar con los proveedores. A menos de que te dediques a eso en tu tiempo libre, tu deber como dama de honor no es planear la boda o actuar como asistente de la novia.

Una vez que te han elegido como dama de honor, tu encomienda es ayudar a la novia en lo que necesite personalmente. Apóyala si necesita hablar con alguien, escúchala y ayúdala si tiene alguna duda sobre la boda o si ese día se pone nerviosa. Quítate la idea de que serás una asistente y piensa que pasarás a ser su mejor amiga, serás su apoyo personal, y algunas veces emocional, durante todos los preparativos.

Muchas veces las novias le piden a su dama de honor que la acompañe a la prueba del vestido. Si te lo pide, ve con ella y apórtale comentarios u opiniones positivos siempre y cuando ella te los pida. Si no te gusta algún detalle del vestido que se está probando, se sutil con tus comentarios y evita decirle directamente que está feo, que no te gusta o que no se le ve bien. Ten en cuenta que no sabes lo que está pensando, y puede que se haya enamorado del vestido que crees que se le ve mal.

Algunas damas de honor se encargan de organizar una despedida de soltera. Si la novia te eligió, es porque tienen una relación cercana y conoces sus gustos lo suficiente como para poder organizar una fiesta que le encantará. Si no tienes el tiempo o la habilidad para organizarla, no te preocupes, no estás obligada a hacerlo.

Durante la fiesta, tus encomiendas siguen siendo ayudar a la novia en sus necesidades personales: puedes ayudarla a vestirse, a ir al baño y a cargar con el kit de emergencia de la novia. No trates de opacarla en su día, ella debe ser la persona más importante del salón y en la que recaigan todas las miradas. Lo más importante, es que te diviertas con ella. Pásatela bien, disfruta la fiesta y apoya a la novia en lo que puedas sin convertirte en su empleada o su asistente.